Bogotá,
31 de may de 2023
La eficiencia y transición energética, son dos temas prioritarios en la agenda de la construcción sostenible, si se tiene en cuenta que a nivel global, los edificios comerciales y residenciales consumen más del 38% de la electricidad total del planeta, y siguen usando carbón, hidrocarburos y gas natural para sus sistemas de calefacción y climatización, emitiendo cantidades importantes de gases de efecto invernadero.
Según Angélica Ospina, directora ejecutiva (e) del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible, trabajando en estos dos temas, el país podría reducir más de 230 MtCO2eq de emisiones entre 2020- 2050.
Según el Ministerio de Minas y Energía de Colombia, la iluminación en edificaciones públicas y privadas representa alrededor del 20% del consumo energético total en el país, factor que se suma a nivel global a una creciente demanda de sistemas de calefacción y climatización, así como también el incremento del uso de aparatos de aire acondicionado, el consumo eléctrico de elementos de iluminación y dispositivos conectados, contribuyendo a un aumento en los últimos años, en las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía, que tiene su origen en las edificaciones, de acuerdo a la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Adicionalmente, alrededor del 12% de los Gases Efecto Invernadero (GEI) netos en el mundo, provienen hoy día del sector energético, lo que significa una gran oportunidad para emprender cambios que impacten directamente la mejora de las condiciones atmosféricas del planeta.
Lo positivo es que aunque la energía es la base del problema del cambio climático, también es la solución. Se estima que para el 2050, según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), la electricidad mundial estará ligada a energías renovables.
Una dupla en la que trabaja el sector constructor
La eficiencia energética es una estrategia fundamental para reducir los costos de mitigar las emisiones de gases efecto invernadero, que se generan durante los diferentes procesos a lo largo del ciclo de vida de las edificaciones, siendo más costo-eficiente en el consumo de energía y promoviendo el desarrollo social y económico.
“La iluminación ha avanzado a tal punto que podemos contar con sistemas de iluminación altamente eficientes, que mejoran la comodidad y la productividad de los ocupantes, y a nivel de eficiencia, se ha complementado con sistemas de control automatizados que evitan el desperdicio, como sensores de vacancia o de luz natural, que solo encienden la luz artificial, cuando la natural no es suficiente. Existen también procesos que facilitan la sostenibilidad en un proyecto, como el proceso integrativo que incorpora varias disciplinas, o el proceso de comisionamiento que efectúa validaciones de calidad a lo largo del ciclo de vida del proyecto”, asegura Angélica Ospina, del CCCS.
Además, investigaciones en materia de iluminación en edificios han demostrado que las personas se sienten más cómodas y productivas en un entorno cuidadosamente iluminado y donde se proporcionan controles de iluminación para las necesidades individuales y grupales. Y es que dentro de un edificio, la exposición a la iluminación artificial puede alterar los ritmos circadianos, lo que dificulta estar alerta y mantener patrones de sueño saludables, asegura la directora ejecutiva ( e ) del CCCS.
Incluso, la exposición a la luz natural ofrece beneficios adicionales dentro de un entorno construido. La luz solar directa puede proporcionar una ganancia lumínica beneficiosa, reduciendo los requisitos de calefacción en climas fríos. Además, permitir que la luz del día entre en los edificios puede ayudar a prevenir el crecimiento de humedad, moho y bacterias, reduciendo el riesgo de asma y otras enfermedades respiratorias.
Sumado a esto, la iluminación es un elemento que está relacionado con el bienestar de las personas y el consumo energético, por lo que dentro de los sistemas de certificación, este aspecto tiene influencia en la sostenibilidad del proyecto. Una iluminación eficiente debe garantizar una correcta calidad del servicio de cara al usuario, así como consumir menos energía y evitar el desperdicio. Tanto para la certificación LEED, como en CASA Colombia, el aspecto energético y de bienestar del usuario hacen parte integral de los factores que debe cumplir un para lograr la certificación.
Incluso, en Colombia, desde los incentivos tributarios asociados a la eficiencia energética se ha impulsado el uso de este tipo de tecnologías y cada vez es más frecuente la inclusión de un diseño de iluminación altamente eficiente, y al alcance de todo tipo de proyectos y usuarios. La Guía Nacional de Construcción Sostenible, cubre inicialmente las áreas de eficiencia energética y consumo de agua en las edificaciones, pero ya hay incentivos para los constructores en este tema.
Pero más allá de eso, según Ospina, la eficiencia energética y transición energética deben ir unidas, generando una economía con reducción de emisiones, menor contaminación y mayor seguridad energética.
Por eso hay que tener en cuenta que la transición energética implica procesos de electrificación y el uso de energéticos menos intensivos en carbono o carbono neutrales, tanto en la industria manufacturera como en las edificaciones. Además permitirá que las edificaciones no solo incorporen nuevas formas de abastecerse energéticamente, sino que también posiblemente se conviertan en generadores de energías renovables para el sistema interconectado de energía.
“Para que los esfuerzos de aumentar la eficiencia energética en las edificaciones lleguen a carbono neutralidad en el largo plazo, se necesita trabajar de manera articulada en lograr una matriz energética más limpia, que justifique las transformaciones tecnológicas requeridas”, recalca Ospina.
Este y otros temas del aporte de la construcción sostenible a la meta Net Zero, serán tratados este 8 y 9 de junio en Construverde, el evento más importante en estos temas para Colombia y Latinoamérica que se llevará a cabo en el Cubo de Colsubsidio en Bogotá.