Barranquilla,
11 de oct de 2022
La Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA), al ver que la taruya acumulada que se presenta en el Embalse del Guájaro, esta entidad adquirió un compromiso con los pescadores del corregimiento de Aguada de Pablo y La Peña, para realizar un programa de limpieza de la taruya.
También se buscará el aprovechamiento de la taruya para garantizar soluciones sostenibles a mediano y largo plazo. La C.R.A y los pescadores de la zona trabajarán en conjunto para que puedan realizar sus faenas de pesca y que con este programa se beneficie de manera sostenible a esta comunidad a corto, mediano y largo plazo.
La Bióloga Ayari Rojano, dijo al respecto: "Existe una proyección de esta planta acuática, desde el punto de vista de mercados verdes, por lo que se promoverá un proceso de entrenamiento para la puesta en marcha de emprendimientos a partir de la utilización de la taruya.
No es posible eliminarla definitivamente, sino realizar un mantenimiento y controlar su proliferación, teniendo en cuenta la importancia que representa para el cuerpo de agua, al actuar como filtradora y sala cuna de muchas especies de peces.
El proceso consiste en jornadas teórico-prácticas que se desarrollarán con los pescadores para capacitarlos sobre aprovechamiento de la planta como una oportunidad y fuente de ingresos económicos, al identificar cinco usos que son el papel, el jabón orgánico, los suplementos alimenticios, las briquetas y las artesanías, lo que se convierte en potenciales para que ellos puedan tener algunos incentivos económicos".
Eusebio Cabrera, pescador de Aguada de Pablo, expresó lo siguiente: "Aquí la afectación es un tema económico. La gente no puede salir a ejercer su actividad de pesca y como vivimos del día a día, si no pescamos, no hay recursos para alimentar a nuestras familias.
Es una situación gravísima, pero afortunadamente nos escucharon y estamos aquí para buscarle solución a esta problemática que nos está afectando. Este año los vientos no nos han acompañado y la taruya no sale del puerto, dificultando el ingreso a pescar, y cuando se instala el manta por varios días también se comienza a descomponer el agua, afectando especies de peces como la Lisa y el Lebranche, de la cual subsisten la gran mayoría de las familias que residen en la zona aledaña al embalse".